Llevaba paseando por el Bosque Imaginado algunas semanas intentando que el viento me susurrara al oído aquel cuento de una Ratita algo Presumida pero que no terminaba de saber qué animales eran los protagonistas.
Finalmente opte por invitar a la «Abuela Hada», quien recuerda las historias tal y cómo le han sido trasmitidas. Espero que la disfrutéis:
Había una vez una Ratita que era tan limpia que todos los días barría su casita.
Un día barriendo la puerta de su casa encontró una moneda. Y, de seguida pensó:
-«¿Qué me compraré?»
-«Ya sé me compraré un gorrito para mi linda cabezita…ahy, no, no!! que tapará mi lindo pelo.».
-«Ya sé me compraré unos zapatitos, ¡no, no! que tapará mis lindos piececitos.»
-«Ya sé me compraré un lindo lacito rosa para mi linda colita.»
Al día siguiente se sienta en la puerta de su casa para que la gente viera lo guapa que estaba. Al rato aparece el Señor Perro y le dice:
-Ratita, ratita que guapa estas, ¿te quieres casar conmigo?.
Y la Ratita le respondió: ¿Y, qué harías por las noches?.
-Guau! guau!
-Ay no, ay no ¡que me asustarás!
Al poco pasó el Señor Gallo y le dice:
-Ratita, ratita que guapa estas, ¿te quieres casar conmigo?.
Y la Ratita le respondió: ¿Y, qué harías por las noches?.
-¡Quiquiriquí!.
-Ay no, ay no ¡que me asustarás!
Al rato pasó el Señor Cerdo y le dice:
-Ratita, ratita que guapa estas, ¿te quieres casar conmigo?.
Y la Ratita le respondió: ¿Y, qué harías por las noches?.
-¡Oinc, oinc!
-Ay no, ay no, ¡que me asustarás!
Al rato pasó el Señor Gato y le dice:
-Ratita, ratita que guapa estás, ¿te quieres casar conmigo?
Y la Ratita le contesta: _¿Y, que harias por la noche
-¡Dormir y callar!, ¡dormir y callar!
Y la Ratita le contesta: ¡Pues contigo me he de casar!
Después de la boda, cuando la Ratita se estaba quitando su lacito para acostarse con el Señor Gato que la había engañado ¡va y se la come!
¡Y, colorín colorado, este cuento se ha acabado!
