¿Donde reside la maldad?, ¿Se nace malvada o las circunstancias la hacen crecer en ti?. Antes de ver la película ni me había planteado estas preguntas, tan solo el trailer me había llamado la atención con un relato lleno de fantasia y magia.
La historia ambientada en la Tierra de Oz, mucho antes de la llegada de Dorothy Gale desde Kansas, trata los acontecimientos del primer acto del musical. Elphaba, nace con un color de piel totalmente inusual: VERDE con lo cuál los problemas empienzan en ese momento siendo rechazada y apenas llega a la Universidad Shiz este hecho no va a cambiar mucho. Allí mismo, la llegada de Glinda una joven privilegiada y muy popular hace crecer la antipatia de la resta de estudiantes hacía Elphaba.
Un rayo de ilusión aparece cuando una de las «Grandes de la Universidad», la profesora Morrible acoje como alumna a Elphaba, pero aquí no es oro todo lo que reluce y el mensaje que nos trasmite su director Jon M. Chu es hasta que punto eres fiel a tí misma sin dejarte seducir por el poder, dejándote un sabor amargo sobre tu piel y al mismo tiempo tus pensamientos no dejan de repasar las escenas, los acontecimientos sucedidos y te llevan a la pregunta ¿Habrías hecho tú lo mismo?.
Wicked, te llena de emociones con la tolerancia hacía lo diferente, rompe con los esterotipos de la mascunalidad frágil, incluye LGTBI+ en sus personajes, la amistad y la rivalidad sin enfretamientos, en la pantalla ,entre dos mujeres… Puede que te sientas representada por uno de sus personajes, o por alguna de las situaciones que tienen que vivir (a mí me pasó) y que consiguen que las lágrimas llenen nuestros corazones.. Es más que una película de fantasia y magia en la fantástica tierra de Oz basada en el libro de L. Frank Baum (1900) .
Parece que su final da pie a cómo acabara su segunda parte, pero abrá que esperar al próximo noviembre para desvelar este secreto.