Llega el primer domingo de Mayo en el que se celebra el Día de la Madre, lleno de recomendaciones de libros cuyo tema principal gira en torno a esa persona tan importante que nos acompaña, que nos guía, que nos cuida y que nos lee cuentos.
Para festejar esta fecha voy a dedicar un especial a mi madre, y compartir cada viernes del mes de Mayo, aquellas historias que me contaba. Espero que las disfrutéis tanto como yo.
El pollito de la Avellanada
Pues, señor este era un pollito que picoteaba con su gallinita en la avellanada y se le atrancó una avellana, y se iba a ahogar.
La gallinita corrió a casa de la dueña: _Dueña, la buena dueña, ven a sacar la avellana a mi pollito, que está en la avellanada y se va ahogar. _Ay gallina, la mi gallinita, que no tengo zapatos. Dile al zapatero que te los dé. Y la gallinita corrió a casa del zapatero: _Zapatero, el buen zapatero, dame los zapatos de mi dueña, para que salve a mi pollito, que está en la avellaneda y se va ahogar. _Ay gallina, la mi gallinita, que no tengo cuero. Dile a la cabra que te lo dé. Y la gallinita corrió a casa de la cabra: _Cabra, la buena cabra dame cuero para el zapatero, para que haga los zapatos de mi dueña, para que saque la avellana a mi pollito, que está en la avellaneda y se va ahogar. _Ay gallina, la mi gallinita, que mi cuero tiene hambre. Dile al prado que te dé hierba. Y la gallinita corrió al prado: _Prado, el buen prado, dale hierba a la cabra, para que dé cuero al zapatero, para que haga los zapatos de mi dueña, para que saque la avellana a mi pollito, que está en la avellaneda y se va ahogar. _Ay gallina, la mi gallinita, que mi hierba está seca. Dile a las nubes que me den agua. Y la gallinita voló a las nubes: _Nubes, las buenas nubes, dad agua al prado, para que dé hierba a la cabra, para que dé cuero al zapatero, para que haga los zapatos de mi dueña, para que saque la avellana a mi pollito, que está en la avellaneda y se va ahogar. Y las nubes, las buenas nubes, dieron agua al prado, y el prado dio hierba a la cabra, y la cabra dio cuero al zapatero, y el zapatero hizo los zapatos de la dueña, y la dueña corrió a la avellaneda y sacó la avellana del pollito que estaba en la avellaneda… …y que no se ahogó.
Cuento popular de Cuenca. Versión de Marta Mata.
Hola Lili: A veces, no nos damos cuenta que las cosas no se hacen solas y que hacen falta muchos detalles para que puedan desarrollarse. Besitos
Tienes toda la razón, Jerby; y además si las cosas se hacen cooperando salen mucho mejor!!
Gracias por pasarte por aquí